[ES below] The Earth is a Satellite of the Moon is a photographic tribute to Latin American satellites and the ability to dream.
What is a satellite for? What does it mean symbolically and culturally? Among other uses, satellites observe the earth to provide images. They can show the severity of an oil spill, they allow us to see how human beings modify geographical space over time. To date, North American companies have sent 4,300 satellites into space, while Argentina, the country where I come from, has sent 11 satellites in its entire history.
In order to create a global satellite internet network, with its consequent monopoly in technological terms, the large internet services of the global north seek to sell their service to the countries of the South American region at a very high cost while polluting the land with thousands of satellites.
This project investigates how Latin American countries have been creating their first satellites in recent years with the intention of generating better connectivity conditions and images for the territory. With a political view of the imagination, I am interested in mixing photography and fiction to think about new perspectives within documentary photography.
The title of the project comes from a poem by Nicaraguan revolutionary author Leonel Rugama, written in 1968, where he reflects on the cost of space missions by neoliberal countries while their territory is being extractivized by leaps and bounds.
The project seeks to reflect on the notion of collective dream that these devices that fly through the sky represent for some territories.
Project carried out together with Agustin Bacigalup, who developed this satellite tracker to see where the satellites sent into space by the Latin, North American and European continents are.
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La tierra es un satélite de la luna es un homenaje fotográfico a los satélites latinoamericanos y a la capacidad de soñar.
¿Para qué sirve un satélite? ¿Qué significa simbólica y culturalmente? Entre otros usos, los satélites observan la tierra para dar imágenes. Pueden mostrar la gravedad de un derrame de petróleo, permiten ver cómo los seres humanos vamos modificando el espacio geográfico a través del tiempo. Empresas norteamericanas llevan a la fecha 4.300 satélites enviados al espacio, mientras que Argentina, el país de dónde vengo, lleva 11 enviados en toda su historia.
Con el fin de crear una red global de internet satelital, con su consecuente monopolio en términos tecnológicos, los grandes servicios de internet del norte global buscan vender a un costo altísimo su servicio para los países de la región sudamericana mientras contaminan con miles de satélites la órbita baja.
Este proyecto investiga cómo los países latinoamericanos estuvieron en los últimos años creando sus primeros satélites con la intención de generar mejores condiciones de conectividad e imágenes para el territorio. Con una mirada política de la imaginación, me interesa mezclar fotografía y ficción para pensar nuevas perspectivas dentro de la fotografía documental.
El título del proyecto proviene de un poema del autor nicaragüense Leonel Rugama, escrito en 1968, donde reflexiona sobre el costo de las misiones espaciales de parte de los países neoliberales mientras su territorio es extractivizado a pasos agigantados.
El proyecto busca reflexionar sobre la noción de sueño colectivo que representan para algunos territorios estos aparatos que surcan el cielo.
Proyecto realizado junto a Agustin Bacigalup, quien desarrolló este trackeador de satélites para ver dónde andan los satélites enviados al espacio por el continente latino, norteamericano y europeo.